martes, 30 de abril de 2013

Cuenta una leyenda que...


Algunas veces, sobre todo durante las extenuantes y áridas tardes de verano,  cuando el crepúsculo nos anuncia el fin del día  solía escabullirse de la siempre vigilante mirada de su aya.. bajaba de puntillas las escaleras de mármol rosado, hasta llegar al cauce del río que lamia con suavidad los últimos peldaños.. la luz solar, dorada como el mismísimo Ra inundaba todo..

allí solía sentarse.. arrullada por el murmullo del agua y el calor.. muchas veces se quedo dormida.. soñando con el exterior.. con otro mundo.. mas allá del Nilo.. y mas allá de los ornamentados e inacabables muros del Templo.. en sus sueños siempre aparecía El.. no sabia su nombre.. ni su rango.. no sabia si era extranjero.. o si tan siquiera existía..  su mirada, del color del ultimo rayo de atardecer.. era lo que siempre permanecía en su mente..
Estaba mal.. ella lo sabia.. ella nunca debía conocer varón. había sido enviada desde Tanis su cuna en el norte para convertirse en la próxima Divina Adoratriz de Amón.. al recordar su casa sintió una punzada en las entrañas.. Su casa..
Ya no se acordaba de su hogar.. lo intentaba de noche a solas en el lecho.. pero ya no había mas que un borrón en su memoria....había pasado demasiado tiempo..
La fresca brisa de la noche interrumpió sus ensoñaciones, despertó algo destemplada por haberse quedado dormida de nuevo en los escalones de piedra.. ya había anochecido.. el cielo mostraba un millar de tililantes lamparas.. debía darse prisa.. el aya estaría buscándola... Sigilosamente subió hacia sus aposentos, y se recostó esperanzada de volver a disfrutar de su compañía en sus fantasías nocturnas.

Cuando el dios Ra la rapto de los dominios de Osiris, con un leve bostezo, abrió los ojos, tenía que acicalarse con premura, pero sus pensamientos la sumían en la melancolía  a pesar de la constante insistencia de su aya; era un día muy importante, iba a ser proclamada Gran Sacerdotisa de Amón.


Con la tristeza brotándole de los lacrimales se acerco al altar, donde la condenarían para siempre a una vida de servidumbre, se comporto tal y como le habían enseñado hasta que por un segundo le vio  ahí estaba él, existía de verdad... comprendió entonces que su destino estaba mas maldito... de lo que su corazón le había ocultado.


Después del banquete, durante la celebración en una gran sala del palacio, sus sentimientos la traicionaron, obligando a su ser a acercarse como un espectro casi sin darse cuenta y a la vez sin poder evitarlo hasta el joven y en ese momento algo mágico sucedió, los goznes de las grandes puertas resonaron y aprovechando el desconcierto él se deslizo tras ella rozando su cuerpo con la delicadeza de una pantera mientras le susurro al oído: te he visto en mis sueños....tras una breve pero intensa mirada que dejo a ambos sin aliento comenzaron una dulce y sugerente conversación al amparo del potente discurso del Faraón.


Los dos amantes en sueños sabían de lo prohibido de sus encuentros pues sus vidas corrían peligro pero también sabían que únicamente eran esclavos de los dioses y que les resultaría aun mas doloroso negarse a su destino aunque el mismísimo Anubis les mostrara su firma con sangre en su interminable registro.


Las noches en las que no podían verse eran interminables, tan solo los dulces versos que adornaban los pergaminos que se intercambiaban utilizando una de las ánforas de las ofrendas del templo conseguían refrescar aquellas ardientes tinieblas, transportándoles a un mundo donde su amor era libre. Cada ruido de palacio retumbaba en todo el imperio, dándole una nueva dimensión a las emociones que sentían ambos cuando sus encuentros nocturnos tenían lugar.... una de aquellas hermosas noches especialmente agradable gracias a la brisa que cubría el valle desde el delta un sagrado escarabajo se poso a sus pies, batió las alas tímidamente  haciéndose notar, mientras correteaba al rededor de la feliz pareja y tras unos instantes en que pareció saludarles se elevo y se alejo con el mismo suave murmullo con el que llego. tras un cálido beso bajaron la mirada y atónitos observaron el paseo del escarabajo, que dejo grabado en la arena el símbolo Shen, aquello que reflejaba la eternidad, el infinito, la protección y el cuidado,  así, comprendieron que aquello que sentían traspasaba las fronteras del mundo terrenal y que abarcaba un poder superior incluso al de los dioses, pues también ellos se hallan sujetos a los designios del destino.

Se juraron amor eterno, y ya sin miedo, decidieron enfrentarse a lo cruel de su cultura y sus leyes al alba del nuevo día, pues eran conscientes de que su idilio viajaría con ellos mas allá de las puertas de Anubis  hasta que el mismo tiempo les alcanzara en un ultimo beso.

 Y así fue como el único amigo de la infancia del faraón irrumpió en la sala del trono mientras este era vestido por sus ayudas de cámara y con cada escalón que ascendía iba sellando sus destinos.... El Guía del Nilo comprendió que se hallaba ante una decisión que marcaría su reinado al ver el cordón dorado que unía las manos de los dos amantes, y mientras los miraba acercarse, absorto, supo que perdería a su amigo o perdería a su imperio. Solo tardo el instante de correr hacia ellos en tomar la decisión  aunque como escribiría en el ocaso de su reinado fue la mas difícil de su vida, y así, tras darles su bendición al oído y desearles suerte en otra vida, permitió que la guardia se los llevara a un lugar del que nunca volverían.....


 Tan solo unos pocos detalles perduran de esta leyenda.... Una reseña en un pergamino histórico ... El retazo de un grabado en la pared de una mastaba.... Unos últimos versos en un ánfora de un templo que ya no existe.... Pero curiosamente, los escarabajos sagrados, aun siguen dibujando el símbolo de Shen recordándonos que quizás aquella pareja aun viva en el corazón de muchas otras.....




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