miércoles, 24 de septiembre de 2014


Le daba miedo crecer en primavera,
miedo a no ser en verano,
dejando otoño para el descanso, 
y buscando morir en enero.
Nacimos en tiempo marchito,
y la cuerdas cortaban las yemas de sus dedos,
dejando escuchar, al público ausente,
un do in-sostenido.
El pentagrama deshizo los silencios olvidados,
La pintura de los lienzos, 
entre segundos se ha secado.
Las partituras muertas, esperan a ser recordadas,
en el fondo de un armario destrozado.
Las palabras se retrasan en la punta del bolígrafo,
La escritora se estanca pensando, que su mano ha fingido,
Escribir y componer no es trabajo sencillo,
mientra el tiempo se agota,
recuerda lo vivido.

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