martes, 3 de septiembre de 2013

juguemos bajo las sabanas.


Que uno mas uno seamos tu y yo,
la luz apagada y el calor sobre el colchón.
Que los cristales se empañen con nuestros sofocos,
 y la temperatura ascienda poco a poco.
Rasgar la ropa de ardiente impaciencia.
La espalda arañada, un placer que no cesa.
Mordernos el labio de gozo,
gritar hasta que nos volvamos sordos.
Recorrer la casa en un juego de lujuria,
contoneo de cadera, la mente torna a locura.
Los muros tiemblan, los suspiros aumentan.
Los vecinos se alteran.
Silencio.
Latidos, besos.
Que uno mas uno seamos tu y yo
 que no haya distancia en este juego de dos.


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